La 61° conferencia de las Organizaciones no Gubernamentales en asociación con el departamento de la Información de las Naciones Unidas sobre el tema: “Reafirmar los Derechos humanos para todos. La Declaración Universal a 60 años” terminò luego de 3 días de intensa reflexión, de espíritu de colaboración, y con la determinación más que nunca de las ONG y de la Sociedad Civil de concretar sus acciones en la lucha para la promoción de los Derechos humanos, ello hace posible el éxito de este gran acontecimiento mundial y consolida el espíritu de los precusores de los Derechos humanos. Según el Embajador Hessel, sólo hay una única Declaración Universal, recalcó además que: “Organizaciones no Gubernamentales” significa que no corresponde exclusivamente a los Gobiernos la defenza de los derechos de las poblaciones; esta responsabilidad incumbe también al pueblo, y asi recae dicha responsabilidad a las ONG. Aun cuando las ONG no pueden substituirse a los Estados, son estas las que tienen el deber de recordar a los Estados las responsabilidades que deben asumir. 537 ONG de todo el Mundo participaron en esta conferencia y se comprometieron en varios ámbitos.
La clausura de la Conferencia se caracterizó por la intervención en directo, vía vídeo de Ingrid Betancourt que destacó la importancia de la palabra: este instrumento que permite llegar a los corazones y expresar nuestra fe, nuestro estado de animo mejor que las armas; y que la violación de los derechos humanos es un germen que llevamos todos; se pueden en un determinado momento olvidar nuestros principios, dentro nosotros late siempre el riesgo de convertirnos en monstruos. La dignidad humana no puede defenderse en la indiferencia, lo cual constituye un obstáculo principal al proceso de lucha, seguida del miedo. El papel de la Declaración Universal es innegable; su contenido representa las distintas pistas para poder vivir en comunidad, para poder salvar las vidas. La Declaración no es una Utopía, sino una realidad. En la reafirmación de los Derechos humanos las ONG se sienten muy afectadas. De 1948 a nuestros días se han efectuado muchos progresos, aunque si se tiene en cuenta estos últimos años una determinada obsesión por parte de los Estados en materia de seguridad: la regresión de algunos tratamientos crueles y degradantes como la tortura, la pena de muerte. En la actualidad, se ha pasado de 2/3 a 1/3 los países que practican la pena de muerte; el concepto de impunidad no existe ya, hay que en adelante responsibilizar los autores de los crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y de genocidio; el reconocimiento en algunos países de los derechos de las mujeres, de las personas minusválidas y los niños. Más allá de la conmemoración de la Declaración, el tiempo está más a la acción; hay una gran necesidad hoy de informar y ser informado, de investigar, educar, combatir el pensamiento único y denunciar los ataques a los derechos humanos. Numerosos retos continuan aún a estar incluidos en el aumento de la población mundial, la inestabilidad del planeta, las grandes fuerzas económicas y financieras.
viernes, 12 de septiembre de 2008
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